¿Sabías que el calcio es un mineral sumamente importante en la formación y el mantenimiento óptimo de nuestros huesos? De hecho, su ingesta cobra especial relevancia con el paso de los años cuando entramos en edades más avanzadas donde nuestra salud ósea puede ser más delicada.
El déficit de calcio en edades avanzadas
Con el tiempo, la pérdida de tejido óseo puede causar problemas como la osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se debilitan y son más propensos a las fracturas y que es muy común en la tercera edad.
Por ello, es importante ingerir suficiente calcio a través del consumo de alimentos saludables que contienen estos micronutrientes, como los lácteos, almendras y también vegetales como el brócoli para mantener los huesos saludables y reducir el riesgo de debilidad en los huesos. Por otro lado, el ejercicio diario moderado y ejercicio de fuerza 2-3 días por semana ayuda a mantener la masa ósea en buen estado, ya que la formación de nuestro tejido muscular es imprescindible para proteger nuestros huesos
La vitamina D influye en la absorción de calcio
Lo que pocas personas conocen es que también existe una vitamina estrechamente relacionada con la salud de nuestros huesos, y esa es la vitamina D.
La vitamina D interviene en el proceso de absorción que nuestro organismo realiza sobre el calcio, por lo que su presencia cobra especial relevancia cuando queremos cubrir las necesidades dietéticas de este micronutriente en la dieta.
Tanto el calcio como la vitamina D deben contemplarse como dos nutrientes que van de la mano. Puede que estemos consumiendo suficiente calcio en nuestra dieta, pero si no mantenemos unos niveles adecuados de vitamina D, este calcio no será absorbido correctamente y de nada servirá.
Esto podemos verlo reflejado en algunos productos del supermercado, los llamados “alimentos funcionales” donde el contenido en calcio se fortifica o complementa con la adición de vitamina D. Sin embargo, no es estrictamente necesario recurrir a este tipo de productos para mantener unos niveles óptimos de calcio y vitamina D.
Las principales fuentes de vitamina D y calcio, así como otros minerales y vitaminas esenciales, deben ser los alimentos consumidos de forma habitual en la dieta. El resto de elementos pueden servirnos como complemento, pero nunca deberían sustituir alimentos saludables.
Los vegetales también son ricos en calcio
Podemos encontrar vitamina D en alimentos como la carne, yema de huevo, setas, lácteos y pescados azules. No sólo ayuda a la buena absorción del calcio, sino que también es un modulador de nuestro sistema inmune.
Además de los lácteos, existe un gran abanico de alimentos vegetales ricos en calcio que perfectamente sirven para mantener estables los niveles de este nutriente, principalmente vegetales de hoja verde como el brócoli, acelgas y coles de Bruselas, así como también frutos secos, legumbres y semillas como las almendras, garbanzos o el sésamo, respectivamente.
Respecto a la vitamina D, lo cierto es que aparece mayoritariamente formando parte de los alimentos de origen animal. Es una vitamina liposoluble que se encuentra en el tejido graso. A pesar de ello, también es posible obtener toda la vitamina D que nuestro organismo necesita sin consumir estos alimentos.
Esto es debido a que la vitamina D es creada intrínsecamente por nuestro metabolismo mediante la exposición solar. Unos 30 minutos diarios de Sol en un 75% de la superficie de nuestro cuerpo, aproximadamente, sirve para cumplir con las necesidades diarias recomendadas de vitamina D en adultos sanos.