El brócoli, ese vegetal verde y robusto que ha ganado fama en nuestras mesas por su valor nutricional, ahora se alza como un protagonista en la industria ganadera. ¿Cómo es posible? Un innovador estudio, titulado “Ingredientes alternativos para la alimentación de ovejas de leche: brócoli y coliflor”, ha sido galardonado por la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España, reconociendo la labor de la investigadora en formación Alba Martín González y su equipo multidisciplinar.
Este estudio, parte del proyecto de Plan Nacional sobre residuos y subproductos en la alimentación ovina, liderado por María José Ranilla García, del Instituto de Ganadería de Montaña (IGM), ha arrojado resultados sorprendentes. Se evaluó el impacto de la inclusión de brócoli y coliflor en la dieta de ovejas en lactancia sobre la producción y calidad de la leche, así como el estado sanitario de los animales.
Los hallazgos revelaron que la suplementación con brócoli no solo no afectó negativamente la ingestión de alimento, la producción de leche o la salud de los animales, sino que además, aumentó el contenido de proteína en la leche de las ovejas. Este descubrimiento no solo es relevante desde el punto de vista científico, sino que también tiene implicaciones socioeconómicas significativas.
En un momento en que la sostenibilidad y la eficiencia en la producción ganadera son prioritarias, la integración de productos como el brócoli en la dieta animal puede tener un impacto positivo tanto en la rentabilidad de las explotaciones como en el medio ambiente. La reducción del costo de producción y la optimización de recursos son aspectos clave para la viabilidad económica de la ganadería, y la inclusión de subproductos agrícolas como el brócoli ofrece una solución innovadora y sostenible.
España, como principal productor hortofrutícola de la Unión Europea, tiene una oportunidad única para liderar este cambio hacia una ganadería más sostenible y eficiente. Al aprovechar los subproductos de la industria alimentaria para la alimentación animal, no solo se reduce la competencia por los alimentos entre humanos y ganado, sino que también se promueve una economía circular y se mitiga el impacto ambiental asociado con la acumulación de residuos orgánicos.
La entrega del premio, presidida por Arturo Anadón y con la participación de destacadas figuras en el ámbito veterinario, marca un hito en el reconocimiento del potencial del brócoli en la ganadería y nos impulsa a seguir explorando las posibilidades que ofrece la naturaleza para mejorar nuestro mundo.